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Érase una vez en el mágico mundo de las
hadas donde vivía el hada protectora de los animales.
Ella
siempre estaba vigilando a todos los seres del bosque,
como tenía grandes poderes veía a todos a la vez.
Un día
sucedió algo terrible, uno de los unicornios había
desaparecido, el hada estaba muy preocupada porque no
sabía qué hacer.
Estaba tan
preocupada que no podía concentrarse, todos los
animalitos buscaban desesperados por todas partes a su
amigo, pero no encontraban nada, ni siquiera una pista,
ni una huella, nada.
Poco
después, el hada decidió ir al castillo de la reina de
las hadas para contar lo ocurrido. Cuando la reina
escuchó lo sucedido se asustó, pero de repente se le
ocurrió una idea:
- Te
regalaré estas alas, son especiales, con ellas podrás
volar mucho más alto y ver hasta lo más pequeño del
bosque.
El hada
rápidamente se puso las alas y buscó por lo más profundo
del bosque hasta que llegó a una cueva secreta que nunca
había visto, en el fondo de la cueva vio algo brillante,
era el unicornio que se había quedado atrapado por culpa
de una roca que se había caído.
Lo llevó
al bosque y todos celebraron una fiesta.
Desde
aquel día el unicornio fue el animal preferido del hada.
Elena (8 años)
11-2-2005
Teruel / España
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